Esa noche llegué a dos conclusiones. La primera es que nunca puedes confiar en alguien que esté a tu lado por cuestión de dinero; la fama es como un pozo; siempre querrás entrar, pero solo sabrás como es de verdad cuando salgas por la puerta trasera. Y la segunda, y la más importante, más vale acabar el show al primer aplauso, ese que siempre te dan al entrar en escena; quién sabe si al irte también vas a recibir ovaciones.

Increíble!
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