Yo, tan lluvia y tan sol siempre.

19 oct 2012

Malas tarde y peores buenos días. 
Lluvias torrenciales, pero sin suficiente agua. 
Pesimismo bañado en té de limón. 
Sin azucares ni kilos de más. 
Que las calorías engordan. Las risas arrugan. 
Y los cincuenta años me quedan muy lejos. 
Tanto como no verme en los espejos. 
Porque odio Octubre y su mala leche, 
caliente para el café, pero fría para las penas. 
Que son pocas, pero muchas se ocultan tras lentillas para oír mejor. 
Un tira y afloja con pies descalzos y 
finalmente Diciembre llamando a la puerta. 
Porque, como cada año, se ha dejado las llaves dentro. 

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