Todavía es Lunes. Llega ya el invierno aunque otoño acabe de empezar prácticamente. La cama está fría. No por ti, ni por mi. Quizás por la ventana abierta. Las toallas no secan lo suficiente, y la ropa deja demasiados complejos al descubierto. Trenes llenos, taxis vacíos. Ya no quedan inocencias. Ni de niños, ni de abuelos. Nadie mira a los ojos. Por miedo, porque les gustan sus zapatos.
Ya no hay rimas buenas, todo se hace hablando, incluso el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario