Yo, tan lluvia y tan sol siempre.

5 oct 2012

Ocho nucas desnudas y dos calcetines sin pareja.

El mundo no es vacío. No son luces muertas ni sombras escondidas bajo el sol. No hay aspiraciones útiles ni suspiros provocados. Las horas no se pierden, nosotros lo hacemos por ellas. Y los minutos encuentran soledad en nosotros, dolor. Porque dolor somos nosotros. Somos un espiral de fracasos y derrotas en la que nos hundimos día tras día. Las sonrisas falsas se ríen de nosotros, y nosotros, de nadie. Ese sonido que sale de nuestras bocas abiertas no es risa. Es miedo. Lo típico, lo cínico, lo insustancial. 

No me malinterpretéis. 
Lo malo se escribe y lo bueno se vive. 
Y mi risa, es risa.

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