Nunca nadie tanto y siempre

"Nada excepto azul. Azul era mi excepción.

Azul conseguía que mojara sin apenas llover y hacíamos trinchera con eso.

Había tanta rabia que era imposible no deshacernos a cada choque.

Pero lento, que la prisa siempre fue mala y el tiempo aquí dentro es sagrado.

Y en esos momentos construíamos castillos al aire tan bonitos que me conformaba con sus ruinas.

Volvíamos a estar hasta el cuello de nuestro propio dolor.

Porque el hielo a quemarropa también quema. Y sin ropa ardía aún más.

Rompiéndome a cada centímetro haciendo el amor y la guerra. 

Pero él me decía que seguía igual de bonita ahora que estaba rota.

Luego siempre amanecía con escarcha en las pestañas de tanto invierno en la cama.

Y volvía a caer en ese azul profundo día tras día.

Nunca hubo una relación más insana.

Encajados. Frente a frente decidimos separarnos para siempre.

Y nos hicimos tan pequeños que parecía que nos alejáramos el uno del otro.

Me di cuenta que con él siempre habría más ganas que golpes.

Miedos. Manías. Otra batalla perdida pa'l bolsillo.

Pero hoy despierto y ya no duele."

Siempre nos quedará Chernobyl, amor.