Yo, tan lluvia y tan sol siempre.

30 jun 2014

T.

Antes de irse se pidieron mutuamente perderse en un beso si se volvían a ver. Y si. Como es de esperar se volvieron a encontrar. Después de tantos meses. Y se miraron a los ojos sin saber que hacer, sin recordar ya esa promesa. O al menos eso es lo que ellos creían. No sabían en que dirección correr; si juntarse, irse, o perseguir al otro mientras huye. No quisieron correr, simplemente se giraron sobre ellos mismos y. otra vez, se fueron. Y supieron exactamente donde iban: a la deriva.

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