Yo, tan lluvia y tan sol siempre.

7 oct 2014

Q.

Saldría de mi casa con el pijama y una chaqueta de lana en pleno enero y cruzaria las dos calles hasta tu casa. Volveria a llorar de camino como en estos dos ultimos meses. Y me perderia por el parque antes de acumular el valor para llamar a tu timbre. Y acabaria llamando muerta de frio en busca de un consuelo que, por ahora, solo encuentro en ti. Y después de repetirle a tu abuela tres veces quien soy por el telefonillo bajarias con una mezcla de sorpresa y decepción. Y en ese momento yo tampoco sabria que hago ahi plantada. Seriamos simples fantasmas del pasado. Y me pedirias con la mirada que me fuera. Y yo asentiria con una mueca de orgullo. Hasta podría ponerse a diluviar después de esto. Y ya nunca más parar.

2 sept 2014

R.

Me dijeron que una retirada a tiempo te evitaba la caída, pero lo único que hace es hacerla más llevadera, menos brusca. Se convierte en una caída tan lenta que se puede oír el silencio de el propio vacío. Como ese silencio te invade por momentos mientras crees que es pasajero. Que igual que entra sale; simple oxigeno convertido en dióxido. Pero cuando la caída lleva esa velocidad el silencio se te implanta en el pecho para (casi) siempre. Y es tan cómodo llenar el vacío con nada y con todo a la vez que resulta agradable, incluso más placentero que el amor o la venganza. Podría resumirlo todo en una palabra; neutro. Estoy neutro por dentro, por fuera, delante detrás y más allá de mi. Soy mi puto cero a la izquierda.
Me alegro de retirarme, de ser capaz de ver más allá de la idealización. De, incluso, haber llegado a la dura y negra realidad de todo esto, a tu verdadero yo. Sin maquillaje ni rols, como levantarse un domingo de resaca. Era cuestión de tiempo que mi silencio creciera y se apoderará de mi. Días meses, no años pero.
Diría que he intentado salvar mi cuerpo de él, pero me he dejado llevar de una forma tan natural que vivo anclado. No tengo salvación ya. No tenemos salvación alguna.

Y es que nos estamos convirtiendo en los habitantes de nuestro propio silencio.

30 jun 2014

S.

No sé. En realidad nada. Siento que no he estado a la altura de la tristeza. Quizás le jodia que yo fuera feliz incluso en los días que llovía y que no comiera helado de chocolate con cada depresión. Tal vez quería llevarme hacia su propio mundo triste y sin sentido en el que vivia. Quizás para hacerme sentir mal, tal vez solo para estar en igualdad de condiciones. Me duele de verdad pensar que, quien sabe, si me hubiera dejado arrastrar ahora estarias salvado. Y te juro que estuve a punto de hacerlo. Pero como no, los hombres, no os dais cuenta de nada. Teneis la perfecta cagada mundial preparada para cuando decidimos salvaros el culo. Pero gracias. Si supieras las ostias que me he ahorrado entre todos, aún tendria que daros las gracias. Y sin embargo lo haceis todo tan simple para irnos. Solo hace falta observaros durante 5 minutos y te llenas de mil y una razones para irte. Y lo peor fue que, después de tantas razones seguía ahi. No me malinterpreteis. No he hablado en ningun momento de amor. Y no podría poner la palabra en todo esto ni queriendo. Habia venido a salvarte, pero estabas más hundido de lo que pensaba. Así que, antes de hundirme yo, me rindo.  Esto es solo un pedazo de lo que siento. Me he preguntado que ha pasado entre nosotros y me ha salido esto. Pero se queda en borradores. Para siempre.

T.

Antes de irse se pidieron mutuamente perderse en un beso si se volvían a ver. Y si. Como es de esperar se volvieron a encontrar. Después de tantos meses. Y se miraron a los ojos sin saber que hacer, sin recordar ya esa promesa. O al menos eso es lo que ellos creían. No sabían en que dirección correr; si juntarse, irse, o perseguir al otro mientras huye. No quisieron correr, simplemente se giraron sobre ellos mismos y. otra vez, se fueron. Y supieron exactamente donde iban: a la deriva.

16 jun 2014

U.

Porque sabemos que cuando nos falten las palabras aparecerá esa canción y pam. Nunca más. Esa canción terminada en do menor que te calla cuando empieza. Es como si nada de lo que pudieses decir de ahora en adelante tenga nada que envidiarle a tal melodía. Hablar por ti. Y por todos. Pero en ese momento parece que esté hecha por y para ti. Para tu situación. Aunque, después de diez canciones y dos tabletas de milka con oreo puedo asegurar que, somos tan adictos a las canciones, que adaptamos nuestra situación a su letra, y no al revés.
Las canciones no están hechas para nosotros,
sino nosotros para ellas. Y menos mal. 

V.

Diecinueve casi años después de mi único éxito y sigo escribiendo mi destino con lápiz por si tengo que volver. Y lo más irónico es que nunca he probado ni siquiera a irme.

W.

No era la primera vez que hacían eso y sabían que después del amor se terminaba el mundo. Siempre. Cada vez que lo hacían. Pero esta vez fue distinto. Cerró la luz y dejaron de verse. Pero no se sintieron como tantas otras veces. Simplemente encontraron vacío. Al encenderla se dieron cuenta que se estaban alejando uno de otro. Pero simplemente se estaban haciendo pequeños.

X.

Vuelvo a sentirme atrapada aquí. Otra vez más. Es como si nadie entendiera nunca lo que me pasa. Que en realidad es nada. Pero. Y necesito que al menos me den un voto de confianza. Que me dejen cagarla por mi misma. Que no voy a aprender una mierda con vuestros consejos. Que de hecho siguen siendo los mismos que me daban cuando tenia diez años. Necesito irme de aquí. Al menos un tiempo. Porque os juro que me estoy ahogando en esta ciudad. Y no quiero llegar a odiarla con lo bonita que es.

Malta, sálvame.

12 jun 2014

Y.

Miraba alrededor por la calle y veía tanta bondad en cada una de esas personas que me llenaba de inocencia. Yo, que ni siquiera le estaba agarrando la mano. Solo con mirarle esos ojos de niño podía saber que pensaba. Y cómo lo pensaba. Con qué palabras y sinónimos se le formaban las ideas en la cabeza. Vi como me tenia a mi formada, con esa perfección del que cree haber encontrado a la persona. No merecía alguien así. No se merecía tener a alguien como yo al lado. Yo. Que voy con cara de borde por la calle pese a ser agosto, estar rodeada de guiris y un moreno envidiable. Que rijo mi vida alrededor del "desconfía y acertarás". Me agradece el mundo, como si lo hubiera creado. ¿Qué locura es esta? Necesito que se dé cuenta de cómo soy. De que tiene que irse cuanto antes. Y sobretodo, que aún tiene tiempo. Está entero aún. Te lo estoy poniendo fácil. Vete.

10 jun 2014

Z.

Youtube encendido con la mejor escena de A walk to remember puesta
En una milésima de segundo lo llega a comprender todo
Las peleas. Los malos ratos, siempre mayores que los buenos
Ella nunca va a dejar de ser azul
Es su debilidad desde julio de hace años
Totalmente azul. Puro y duro
Nunca dejó de serlo
En una milésima de segundo se dió cuenta que azul era ella
Él la hacia ser azul
Y, por suerte o por desgracia, está condenada a buscar ese azul en todos los ojos
Porque el problema no fue el color, 
sino
que ella
nunca llegó
a enamorarle.